Buenas tardes luciérnagas multicolor, ¿cómo va todo?
¿Sabíais que el 29 de octubre pasado fue mi cumpleaños? Vamos, quiero esas muestras de amor de parte de todos vosotros.
Antes que nada, decir que ésta entrada es un poco especial, pues no seguirá el modelo con el que escribo las otras entradas sobre conciertos. El motivo tras esto es, básicamente, que fue algo así como un mini-concierto, más que un concierto en toda regla, por lo que será ciertamente más corta que las otras entradas.
¿Veis la estructura gris dentro de la zona violeta? Ahí se hizo el concierto.
02 de noviembre de 2019
Hace años que voy al Salón del Manga de Barcelona; de hecho, llevo 15 años consecutivos yendo. Para mi, quien soy una persona que no sale mucho de casa y no es muy propensa al contacto humano, es todo un logro ir hasta la capital catalana y no morir en el intento. El Salón es algo así como mi refugio espiritual, un evento que cada año espero con muchísimas ganas, en el que se reúnen cosplayers, artistas, cantantes,... y donde se organizan talleres, competiciones, exposiciones y, por supuesto, se instalan decenas y decenas de stands con productos la mar de interesantes. Sin embargo, no suelo mirar nunca el programa que preparan para cada nueva edición, y es por eso que me sorprendió de grata manera el entrar en el recinto y encontrarme a ocho japonesas pertenecientes a AKB48 cantando y bailando sobre el escenario.
Había escuchado algo sobre eso en la radio la noche anterior, pero capté mal la información y pensaba que la actuación de dicho grupo se limitaba a un solo día.
No creo que haga falta introducir al grupo idol más famoso de Japón pero, por si las moscas, aquí va un pequeño resumen: el grupo nació en 2005 de la mano del productor Yasushi Akimoto, el cual tenía una idea de concepto de música única y original que no se había hecho hasta ese momento, el de crear un grupo idol en el que sus miembros pudieran interactuar con los fans, verse más cercanas y que lucieran como cualquier otra joven del país Nipón; borrando así, la idea de que los grupos de música son algo intocable y fuera del alcance de sus fans. Las chicas son distribuidas en diferentes equipos tras audicionar y a partir de ahí, el resto ya es historia. Han roto récords, sus sencillos son número 1 en Japón desde hace años y tienen un impacto mediático que no alcanza ningún otro grupo del país.
Para esta ocasión, 8 de las 114 chicas que conforman el grupo (incluyo a todas las integrantes de todos los teams, Kenkyuusei y KAIGAI también) viajaron hasta Barcelona para hacer una actuación especial en la vigesimoquinta edición del Salón del Manga (el cual ahora se llama Manga Barcelona, pero para mí siempre seguirá siendo El Salón de Manga). Dicha unidad especial la formaron: Manami Ichikawa, Rena Kato, Erii Chiba, Saho Iwatate, Chiyori Nakanishi, Shinobu Mogi, Ayana Shinozaki y Yukari Sasaki, las cuales cantaron los días 31 de octubre y 1 y 2 de noviembre en el escenario al aire libre que se encuentra nada más entrar al recinto.
AKB48 durante su primer día de concierto. Créditos a CCMA.
Durante la hora y media que duró el concierto —lo cuento de manera aproximada ya que cuando entramos, ya estaban cantando—, las chicas de AKB48 cantaron sus singles más importantes tales como "Sakura no Hanabiratachi", "Koisuru Fortune Cookie", "Sustainable", "Beginner" o "Heavy Rotation" entre otras. Tras comenzar el concierto con cuatro canciones, una traductora les ayudó con las presentaciones, pudiendo así acercarse un poco más a los fans. Y creedme, cuando digo que había fans, me refiero a que había muchos fans. Además, las ocho integrantes prepararon para la ocasión unos regalos que sortearon lanzando unas bolas de plástico (o porexpan, no lo vi bien) hacia el público. Cada una de ellas había escogido un par o tres de objetos y regalos de Japón para las ocho personas seleccionadas al azar. Aunque sinceramente, con lo pequeñitas que eran ellas, su poca fuerza, y el suave viento que soplaba en contra, las bolas no llegaron demasiado lejos.
Esta fue la primera vez que AKB48 aterrizaba en España, y haberlas podido ver en directo en el Salón del Manga fue una experiencia única a la par que curiosa e interesante. Quizás en un ambiente más cerrado (un escenario en un local preparado especialmente para conciertos, por ejemplo) la experiencia hubiera sido distinta, más íntima y cercana con las idols; eso, más que nada, lo digo porque un concierto al aire libre, aunque el escenario tenga techo y un poco de pared a su alrededor, siempre va a dar algún que otro problema de sonido, visualización o similar. Aun así, en general, todo fue perfecto y muy divertido.
Creo que a partir de hoy, comenzaré a mirarme los programas que preparan para este tipo de eventos...
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