sábado, 22 de octubre de 2016

Black Swan | Capítulo 2


Buenas noches patitos kawaiis.
Después de más de 1 mes, llega el segundo capítulo de "Black Swan". ¿Sabéis que se acerca mi B-day? Querré mucho amor ese día, y os lo digo con una semana de margen para que me compréis cosas bonitas (?)

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[ATENCIÓN. ESTE CAPÍTULO CONTIENE LEMON]

Si quieres leer, dale a...

CAPÍTULO 2

Las patatas hervidas en forma de bola rodaban sin cansancio por el plato, mezclándose con la asquerosa verdura al vapor que su madre siempre le hacía cada lunes. Yerim chasqueó la lengua molesta y fastidiada, cansada de la rutina que la envolvía en cuanto se le ocurría ir a visitar a su madre; la pobre señora ni siquiera se acordaba de cómo era la sonrisa de su hija antes de que esta empezara a fumar como si eso pudiera ayudarla en algo. “Con eso solo conseguirás morirte antes de tiempo”; mentira, su padre había fumado toda la vida y seguía vivo, no iba a morirse por unos cuantos paquetes diarios.

   —Has vuelto a golpear la pared—.
            —Ya—.
            —¿Por qué?—.
            —No sé— la muchacha se levantó y agarró su chaqueta —me voy, volveré otro día—.
            —Está bien—.

Fin de la conversación.

Yerim sentía que todo lo que había hecho hasta ahora estaba mal. Sufría en soledad desde que Taeyeon le dio la espalda, y ella no lo veía justo. Había intentado salir con otras personas para ver si así podría olvidarse de aquella maldita mujer, cruel como no había otra. Experta en romper corazones. Lo peor no fue que sus padres la repudiaran durante un tiempo por homosexual o que dejara los estudios en su último año de carrera, sino que era el hecho de sentirse engañada todos los días, a cualquier hora, en cualquier lugar, en cualquier momento. Su cerebro era capaz de apuñalarla recordándole a la castaña con cualquier objeto que viera.

Mordió el filtro del cigarro que rondaba apagado entre sus labios desde hacía rato y apretó sus lacrimales deslizando sus dedos por el tabique nasal hasta alcanzar el cigarro y tirarlo al suelo. Yerim sentía que permanecería en ese estado demacrado y dolido por el resto de su vida; se imaginaba vieja, sola, sentada en una silla de madera y mirando el fuego sin ningún tipo de sentimiento en sus ojos. ¿Y si le pasaba algo a Taeyeon? ¿Sería capaz de ir a visitarla? ¿A la mayor le gustaría saber que todavía pensaba en ella? Frunció el ceño y alzó la mirada, viendo complacida las oscuras nubes grises que amenazaban con descargar su furia sobre la ciudad. Quizás ella también debería hacer eso, desahogarse con algo o alguien.
Encendió otro cigarro y le dio una honda calada, soltando el humo por la nariz.

   —Fumar es malo— una voz tranquila interrumpió la soledad de Yerim.

Joohyun había aparecido de nuevo. Bae había encontrado en la menor aquello que mucha gente busca en los payasos: el humor. Le encantaba reírse de ella, hacerle bromas pesadas y tomarle el pelo frente a otras personas. No solían coincidir por la calle, pero ese día Joohyun había salido temprano del trabajo por lo que decidió dar un paseo por la ciudad. Demasiadas horas encerrada en un despacho.

   —Dije que fumar es malo—.
            —Y yo dije que me olvides—.
            —No dijiste nada—.
            —Exacto—.
            —¿Exacto qué? —.
            —Nada, déjame—.

• • •

Abrió los ojos con la parsimonia de un gato. En su espalda sentía las carícias de unos dedos perfilando el enorme tatuaje que llevaba grabado desde hacía 6 años: la imagen de un feroz dragón amenazaba con salir y atacar a todo aquél que se atreviera a mirarlo a los ojos. En una de las garras del monstruo se encontraba una bola de cristal con las palabras “nunca dejes de creer en tus sueños”. A veces Yerim se arrepentía de haberse tatuado aquello, pero cuando su mente dudaba, su corazón se encargaba de que regresara a la Tierra con rapidez. La muchacha seguía amando a Taeyeon desde el primer día en que entendió lo que era el amor.

   —¿Estás despierta?— Una voz aterciopelada habló en susurros y la morena no pudo evitar fruncir levemente el ceño, dándose cuenta de que por muy enfadada que estuviera con la bajita, no podía quitársela de la cabeza. ¿Resultado? Aunque tuviera sexo con Joohyun, ella seguía pensando que no era esta la mujer que gemía bajo su cuerpo, sino que era esa otra: Taeyeon —¿Cariño?—.
            —Estoy despierta—.
            —Mírame— La aludida se acomodó girando su cabeza, apoyada en sus brazos que yacían cruzados sobre la almohada.

Mientras que la joven se mantenía cubierta por las sábanas hasta su cintura, la mayor prefería estar completamente descubierta, así creía que seducir a Yerim era mucho más sencillo. Bae sabía que en el fondo ella era una chica fácil.

   —Eres muy sexy, ¿lo sabías?— La mano derecha de la mujer se puso sobre la tersa piel de la mejilla de la menor— y cada vez eres más buena en la cama.
            —Ahórrate los cariños— masculló sin siquiera mirarla a los ojos.
            —¿Qué te ocurre?— La mayor se acercó a ella tomando su rostro y besando sus labios —¿dije algo malo?—.
            —Tengo un bajón, no es nada— la joven volvió a ser besada y Joohyun suspiró contra sus labios.
            —Yo tengo la solución a esto—.
            —No tengo ganas de oír tus gritos otra vez—.
            —No he dicho nada de gritar. ¿Y si lo haces tú?—.
            —¿Yo?—.
            —Siempre recibo pero nunca te lo agradezco como es debido. ¿Por qué no te relajas y me dejas hacer?—.
            —Pero Bae, y-yo…— Yerim sintió el sonrojo en sus mejillas debido al tiempo que hacía que nadie se ofrecía a tocarla. Esta podía terminar sin ropa al lado de su amante, pero ninguna de las mujeres que habían pasado entre sus brazos le daban el placer que buscaba, así que acababa prohibiéndoles que la tocaran más de lo debido.
            —Te he dicho miles de veces que me llames Irene, nada de Bae— la mayor tomó sus muñecas, apoyándose contra su cuerpo.
            —E-Espera…— la boca de su prima dejó una buena marca en su cuello, una marca en la que se apreciaban perfectamente sus dientes. Más tarde ese ruedo rojo se tornaría violáceo.
            —Deja de hablar—.

Mierda, la boca de Bae seguía oliendo a café.

“¡Unnie! Te he comprado café, sé que te gusta mucho. ¿Eh? ¡Ah, no no! Es para ti, a mi no me gusta… ¿Probarlo? ¡Claro! … ¡Unnie esto está muy malo! ¿Cómo puedes tomártelo sin azúcar? ¿Edulcorante? ¡Eso es peor, es malo para la salud por lo que entendí…! ¿Eh, el café también es malo? ¡¿U-Una droga?! ¡Unnie no te drogues!”

   —Sigue…— Yerim cerró los ojos extasiada por la lengua que se movía juguetonamente entre sus piernas y no pudo evitar cerrarlas en un espasmo involuntario cuando los dientes de Joohyun mordieron su piercing, tirando de este —n-no hagas eso… me harás daño—.
            —Perdón— La mayor movió de nuevo la lengua por toda la vagina de la morena, pero esta terminó agarrando sus cabellos y tirando de estos para apartarla —¿Ocurre algo?—.
            —Creo que será mejor que uses tus dedos—.
            —¿No te gusta mi lengua?—.
            —Sí… es solo que me gustan tus besos—.

Bae sonrió complacida, Yerim se estaba entregando a ella y no desaprovecharía eso; lo que ella no sabía es que la menor pedía aquello tan desesperadamente por miedo a gritar el nombre de Taeyeon.

“¿Unnie, tú te casarás algún día? ¿Puedo ser yo tu pareja? Oh, ¿no te gustan las bodas? ¿Estresantes? Bueno sí, quizás un poco, aunque no he ido nunca a ninguna, ¿tú sí? Cierto, la boda de tu hermano”.

   —¡Joder!— Gritó la joven moviendo sus caderas, cabalgando ferozmente los dedos de la mujer.
            —Muévete más, ¡hazlo!—.
            —¡Mierda, mierda, mierda….!—.
            —Córrete Yerim, hazlo, no te resistas— Joohyun podía sentir las contracciones apretando sus dedos, dándole a entender que la menor no aguantaría mucho más. Su orgasmo estaba a punto de llegar, y con ello las notas altas huyeron de su boca como el aire que necesitaba para respirar.

La habitación quedó inundada de sonidos húmedos y respiraciones ajetreadas. Yerim terminó con un potente grito que asustó hasta a los vecinos, un matrimonio mayor que con dificultad llegaban a fin de mes, por lo que vivían en aquél bloque de apartamentos pequeño y frío. Cinco minutos después estos estaban llamando a la puerta, preguntando si todo iba bien.
De los ojos de la menor empezaron a escaparse lágrimas amargas y saladas, llenas de culpabilidad. Sus brazos temblaban por la fuerza ejercida durante tanto rato, y su cabeza daba vueltas. Muchas vueltas. Yerim estaba harta de todos y de todo.

Cuando se atrevió a abrir los ojos, ya era media noche; se había dormido y Bae se había ido sin decirle nada, sin siquiera dejar una simple nota. La menor gruñó, durante unas horas se había convertido en el juguetito de su prima, y aunque fueran solo primas políticas, seguían siendo familia. La morena se preguntaba quién estaba más enferma, si la plástica de Bae o ella.

Era oscura noche cuando decidió salir a que le tocara el aire. Miró la cajetilla de cigarrillos y cogió el penúltimo que le quedaba. Se había acostumbrado a fumar debido a la soledad que sentía dentro de ella, como si aquello pudiera ayudarla en algo. Taeyeon siempre le había dicho que el tabaco era malo, pero también le había dicho que nunca se iría de su lado y mira, se quedó sola cuando entendió que su Unnie no le abriría la puerta de su estudio nunca más. La bajita se fue sin siquiera decirle nada, como todas las muchachas con las que se acostaba o conocía. Yerim estaba completamente sola, y con esa imagen oscura todavía ahuyentaba más a las personas.
Empezó a llover, y la joven se quedó estática en medio de la calle.

Cerró los ojos y alzó su cabeza dejando que las gruesas gotas de lluvia fría la mojaran por completo. La primera gota apagó su cigarrillo. No supo cuánto rato estuvo así, pero agradeció aquella lluvia con una triste y melancólica sonrisa.

“¡Unnie está lloviendo, vayamos a pisar algunos charcos! No, no, ¡sin paraguas!”

   —¿Cuánto rato más vas a quedarte así?—.
            —Déjame en paz— Yerim se giró sobre sus talones y frunció el ceño al ver a Seunghwan, su otro dolor de cabeza. Si Bae era un caos, ella era lo mismo pero multiplicado por 100.

La recién llegada se resguardaba de la lluvia bajo un enorme paraguas azul celeste. Su otra mano agarraba con fuerza el tirante de su bolso que colgaba sobre su hombro; Son siempre había tenido el miedo de que alguien le robase de un tirón. Yerim y Seunghwan siempre se habían llevado bien —por aquella época la menor había encontrado un apodo lindo para su prima: Wendy— pero todo cambió cuando la mayor besó a Taeyeon frente a la menor de las dos. A raíz de esto, Yerim fue expulsada una semana por los golpes propinados a su prima.
Son se había declarado frente a la bajita sabiendo que la más pequeña estaba totalmente enamorada de la joven que cursaba el último año de medicina especializada en ginecología. La muchacha del paraguas azul quiso estudiar lo mismo solo para joder a su prima.

La morena se sintió traicionada, pero peor fueron los golpes que comenzó a recibir cuando sus compañeros de clase empezaron a llamarla sucia lesbiana.

Si una daba un fuerte golpe, la otra le daba uno peor, y así sucesivamente hasta que Yerim y Seunghwan se enfrentaron a puñetazos cuando en realidad solo debían hacer una exposición sobre algunas de las enfermedades más comunes que las mujeres podían tener en la zona de los ovarios.

Fue horrible y muy patético, así de simple.

   —¿Estás limpiando tus pecados con la lluvia o cómo va eso?—.
            —Piérdete, no tengo ganas de hablar contigo—.
            —Pero yo sí—.
            —Entonces ve a hablar con alguna de tus estúpidas amiguitas— la menor sintió un tirón en su brazo y los labios de Son se estamparon contra los suyos. El susto hizo que la apartara al instante frotándose la boca —¡¿q-qué haces?!—.
            —Besarte, ¿no puedo?—.
            —¡No!—.
            —Sé lo que haces con Joohyun, ¿por qué no puedes hacerlo conmigo también?—.
            —¿Cómo lo sabes?—.
            —Me enseñó el vídeo, te ves muy receptiva—.
            —Espera, ¿cuál vídeo?—.
            —¿No te dijo que iba a grabar lo vuestro?—.

Los truenos y relámpagos de la tormenta pasaron a un segundo plano, ahora sí que estaba jodida, Bae era capaz de todo con aquello, incluso enseñárselo a Taeyeon… después de todo la oficina donde trabajaba quedaba muy cerca del hospital.

   —Ups, quizás no debería haber hablado tanto— una sonrisa pícara se dibujó en los labios de la mayor, alzándose de hombros con una expresión inocente.

4 comentarios:

  1. Puedo decir orgullosa que fui capa de leer el capítulo entero, lemon incluido. No me pareció para tanto realmente xDDD

    Estaba esperando con ganas esta continuación y ahora me quedé con más intriga y ganas por descubrir más de la historia; de verdad se me hace super original y genial el imaginar a los personajes en estas facetas tan diferentes.

    Por el momento siento muchos feels hacia Yeri, demasiado sufrimiento, me dan ganas de abrazarla bien fuerte. A Irene todavía no la imagino bien, se hace divertida su personalidad y sus cosas xDD

    Estaré esperando el siguiente con ganas, aunque seguro que será algo duro, que te conozco.

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    1. Bueno, podemos decir que el lemon fue bastante soft, pero lo advertí más que nada por el vocabulario explícito y algunas descripciones (?) De todas formas, ¡felicidades! xD

      Imagínate a Irene tan plástica como el corto ese coreano que subí por aquí hace ya algunos meses (?) Yeri es idiota, muy muy tonta pero se hace querer, a su manera (?) Y espera, que con la aparición de Wendy todo ve complicará mucho mucho mushishishishisimo xDD

      Gracias por comentar y leer <333

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  2. Loca me he quedado con el rollo que se traen las primas, eh. Aunque por mí, que sigan. Y eso que el lemon no ha sido una locura, pero en fin... .//. Donde esté el yuri, que desaparezca el mundo entero (??)

    Bueno, ya me centro que desvarío. Ese estilo le pega mucho a Yeri, no sé por qué XD. Lo cierto es que me da penilla y me hago ilusiones con el fin de que todo acabará bien, pero no sé si eso será bueno. XDD

    Muy bueno el capítulo. <3

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    1. En mis historias me gusta crear antihéroes, gente que no se quiere demasiado, que busca amor y comprensión en otras personas que están peores que ellas para auto-engañarse y que sigan caminando pensando "pues podría ser peor". No me gustan las personas perfectas, así que pensé que lo del incesto político entre primas podía dar mucho jugo (ojo al juego de palabras AJÁ xD).
      Sobre lo del lemon ya lo dije, más que nada advertí porque había alguna palabra así fuerte y bastante explícita, pero no te preocupes, que si quieres lemon de verdad va a haber de eso en próximos capítulos. Tu solo debes esperar sentada~

      Gracias por leer y comentar!

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